sábado, 14 de fevereiro de 2009

O tango do samba.


.a participação especial.

Coincidentemente ou não, Bruno e eu, em termos próprios, manifestamos nosso amor pela Paulicéia Desvairada pós comemorações de seus 455 anos.
Sentados a uma mesa de bar na Vila Madalena em uma tarde de sábado chuvoso, propormos a Thiago, um amigo brasileiríssimo que apaixonadamente adotou a alma de nuestros hermanos argentinos, que fizesse uma visita em nosso humilde lar virtual escrevendo algo em belo espanhol. E eis que, mais uma vez, nasce uma homenagem à terra de onde Tom Zé viu brotar fumaça do chão cimentado, nos idos anos de 1965.
Para fechar a trilogia, fiquem com as letras de Thiaguito. Dale!


Cas El ser "paulista" en cuestión

Mi corazón late en más un día gris. Estoy apurado igual que todos en esa ciudad, pero no sé si llevo una campera, el paraguas o un protector solar. ¿Quién podrá saber? Me decido por llevarlos todos. Por mi calle camino hacia la parada del colectivo, miro el cielo y me parece que habrá sol. Una mujer cruza mi camino ya la vi muchas veces por aquí, quizás sea una vecina mía o no, que feo ni conozco a mis vecinos pero ya es difícil tener un tiempo para conocer a mí mismo en esa ciudad. Tomo el colectivo, cuanta gente, cuantos rostros diferentes y historias hay aquí.
El colectivo cruza el Río Tietê que intenta sobrevivir e, inmediatamente, me sentí como él. Cuanta tontería solo no son más numerosas que los autos que me rodean. Miro un lindo árbol en la vereda que rápidamente se me escapa de la mirada con el paso de un camión y su rastro de humo. Bajo del colectivo en la estación Marechal. Bueno mi corazón sigue latiendo y estoy al borde de…que sé yo…el que aquí vive siempre vive al borde de algo sea para el bien o para el mal. Todo en esa ciudad es grande y pequeño, simple y complejo al mismo tiempo. En la cola para comprar el boleto las hermanas alagoanas están a charlar, sigo la multitud y así de pronto ya estoy en el tren en pie al lado de un chico que escucha rock, y en mi frente sentada va una vieja negra tan gentil pero que me pareció salir de Mozambique con el traje que llevaba.
Saliendo del subte ya estoy en la Paulista, ay no sé porque más me gusta mucho ese lugar. Ya hace un calor terrible, cruzo la avenida y compro un helado en la panadería del portugués y la tarjeta telefónica en el kiosco de un hijo de español. Todavía tengo que caminar dos cuadras en la augusta y unos bolivianos intentan venderme unos collares en la primera esquina, mientras una pareja de japoneses toma el colectivo para el barrio de la liberdade y continuo con prisa.
Finalmente llego al edificio dónde trabajo y saludo al señor Raimundo, que me dice: ´´’fio’, ese calor quem diría hein, tá até parecendo minha terra, a Bahia´´. En el ascensor está el coreano que es novio de una mulata guapísima que siempre sale en la Gaviões da Fiel. Hay una llamada perdida en mi celular, hummm es de mi amiga gaucha y ya estoy en mi mesa con aquel nudo en la garganta que despertó conmigo hoy y que de la misma manera que me desespera, me da gana de reír…y harto de pensar voy a la ventana y veo que ya no está el sol y sí la llovizna (a garoa paulistana) que trae nuevamente a las calles la danza de los paraguas. De repente mi corazón se llena de alegría y de emoción cuando me toman los recuerdos de mis momentos más felices, momentos eses que viví por esa ciudad que es como un taller de teatro, y que al revés de lo que puedan pensar nuestros corazones no son de cemento y aunque fueran serían de una especie sin igual en esa latitud sur.
São Paulo, cariñosamente llamada de Sampa, como no amarte una vez que he probado de su gastronomía, caminado por sus esquinas, tiendas, villas, parques y soy un legítimo hijo de su ironía. En Sampa cabe el mundo y en el mundo no existe otra Sampa, ciudad dónde nada sencillamente se puede explicar o definir. Después de intentar resolver mis cuestiones volví a mi mesa porque necesitaba trabajar y mi corazón siguió y sigue latiendo…

(MeggieLetras)

3 comentários:

Thiaguito disse...

Me encanta todo eso!!!!!!

José Manuel Ubé González disse...

Gracias por la visita y los comentarios.

Me encanta Brasil. Añado.
jajajaja

Un saludo enorme.

Anônimo disse...

Belo texto !

Gal _Fê